PASTEL DE KIWIS
Hace mucho que no hacía un postre. Con esto del calor, apetecen poco salvo que sean cosas frías y/o helados. Este finde encontré estos zespi y me animé a hacer una tarta, que cómo éramos pocos a comer me vino como anillo al dedo, además es muy fácil de hacer y, como no, seguimos con las recetas anti-crisis.
Los “zespi” son los auténticos kiwis que nos vienen de Nueva Zelanda. Los podemos encontrar con la pulpa de color verde (green) o con pulpa dorada (gold). A mí me gustán más estos últimos, que los encuentro menos ácidos, pero para la tarta iban a quedar un poco “descoloríos”.
Necesitamos:
Un molde de horno, bajo de unos 24 cms. de diámetro
4 kiwis Zespri Green, más uno para adornar
125 gr. de mantequilla
Una bolita de mantequilla para el molde
1 envase pequeño de queso fresco
1 tacita (100 gr.) de azúcar
2 huevos
1 tacita (80 gr.) de harina
Pellizco de sal
1 cucharadita de levadura
1 cucharada de azúcar adicional
1 cucharada de azúcar glass
Preparación:
Engrasar el molde con mantequilla y espolvorear con un poco de harina y reservar.
Precalentar el horno a 180 °C.
Mezclar la mantequilla reblandecida con el azúcar. Añadir los huevos y volver a mezclar. Añadir la tarrina de queso fresco e integrar bien.
A continuación, añadir la harina con la sal y la levadura, revolver y batir bien hasta que quede una masa integrada
Poner la masa en el molde de bizcocho.
Pelar los kiwis, cortarlos en trocitos y distribuirlos por encima de la crema del molde.
Espolvorear un poco de azúcar sobre la fruta.
Hornear el bizcocho durante 50 minutos hasta que esté dorado.
Pinchar con una aguja y cuando salga limpia, ya está hecho el bizcocho.
Servir espolvoreado con azúcar glas y unas rodajitas de kiwi fresco.
Admite congelación y se puede hacer de un día para otro. Servir más bien templadito.