Sopa de pollo y garbanzos
Hasta que no conseguí una cierta edad detestaba las sopas. Me recordaban a mi niñez y a cenas de ni niñez, horrorosas, en las que teníamos que estar los cuatro (mis padres, mi hermana y yo) sentados a la mesa justo cuando en Radio Nacional de España empezaban las noticias precedidas de aquella musiquilla militar que la oigo ahora y se me erizan los vellos. En fin que las noticias se oían con mucha atención mientras tomábamos en silencio de primero sopa, SIEMPRE, con fideos o estrellitas y pescado o tortilla de segundo.
Como mi padre y mi madre como que no, pues las cenas, único momento del día en el que coincidíamos los cuatro, eran tremendas y creo que buscaron la fórmula de las noticias para no tener que hablar y mejor, porque si hablaba mi padre era para echarse a temblar, ya porque discutiera con mi madre, bien porque siempre habíamos hecho algo mal mi hermana, o yo, o las dos.
Cuando recuerdo estas cosas, cada vez menos afortunadamente, me pregunto por qué hay gente que quiere casarse y tener hijos y encima hacerlo con la persona inadecuada y encima sin tener ningún sentido de la paternidad o de la maternidad.
También, afortunadamente, esta mi familia me hizo ver que cuando alguna falla raramente es por uno solo, prácticamente siempre son los dos, lo que hace que te lo pienses antes de ofrecer tu hombro a ese desconsolado amigo o amiga que se está separando.
Así que eso, que durante mucho tiempo no he podido ver las sopas ni en pintura aunque ahora las tomaría todos los días¡¡
Esta que hacemos hoy es muy sana y nutritiva. La hice este sábado pasado (8 febrero) en que en Madrid diluviaba y hacía frío y fue plato único seguido de fruta.
¡Absolutamente recomendable!
Necesitamos:
3 litros de caldo
2 pechugas de pollo limpias y deshuesadas
2 puerros
2 zanahorias
1 patata grande
2 ramitas de apio blancas
1 loncha gruesa de 90 grs. de jamón ibérico (o en lonchas)
2 cucharadas de oporto
30 grs. fideos finos
1 frasco de garbanzos cocidos
Aceite de oliva, sal
Elaboración:
En una olla grande hervir 3 litros de caldo con un chorrito de aceite de oliva virgen
Limpiar y lavar los puerros y las zanahorias; cortarlos en trozos grandes. Ponerlos e la olla con el jamón y las ramitas de apio cortadas por la mitad. Añadir el pollo, sin piel, y dejarlo hervir a fuego vivo con la olla destadada, hasta que el caldo se reduzca a la mitad durante 45 minutos (aprox. 25 en olla a presión).
Aparte, cocer la patata pelada y lavada en agua con sal.
Pasar el caldo hecho en la olla grande por un colador fino reservando el jamón y el pollo. Volver a poner el caldo en la olla y agregar la patata cocida machacada, con la batidora, batir hasta que el caldo tenga una textura cremoso.
Escurrir los garbanzos, pasar por el grifo y añadir al caldo. Cocer suavemente unos 5 minutos.
Añadir el oporto al caldo y dar un ligero hervor.
Cortar el pollo en tiras finas y picar el jamón en taquitos. Incorporarlos a la cazuela con el caldo, remover y rectificar de sal si es necesario.
Añadir los fideos dejar hervir lentamente.
Servir de inmediato, bien caliente y espolvoreada de perejil picado.