PASTEL DE MORAS Y FRAMBUESAS
Que sea verano no quita para hacer un rico pastel fresquito. No necesita horno, se hace de un día para otro y admite congelación. Además se puede hacer de distintos tamaños según queráis y utilizar la misma fuente en la que se va a servir.
Bizcocho para la base
1 cajita de moras
1 cajita de franbuesas
2 ó 3 cucharadas de almendras laminadas
1 frasco de mermelada de albaricoque
3 yemas + 1 huevo entero
120 gr azúcar
1/2 litro leche
Dos cucharadas soperas de Maizena
1 rama de canela corteza naranja o limón
Vainilla, gotitas de vainilla o algo que le dé el aroma (es opcional)
Pizca salB
Bolitas mantequilla
Crema pastelera:
Poner a leche en un cazo grande de fondo grueso a calentar a fuego medio, vigilando que no hierva. Reservar un poco de leche fría para diluir la Maizena. Añadirle la vainilla, canela, corteza y pizca sal Mientras tanto mezclar azúcar con las yemas y huevos. Añadir al cazo y remover. Añadir la Maizena y remover sin parar mientras espesa con varilla o cuchara madera. Ponerla en un recipiente ancho y cubrir con papel film. Reservar. Poner las bolitas de mantequilla y dejar enfriar a temperatura ambiente. Si la hemos hecho el día anterior, guardar en el frigo.
Forramos una fuente con láminas de bizcocho de aprox. 1 cm.
Echamos la crema pastelera, alisando bien con el dorso de una cuchara.
Añadimos las frutillas a nuestro gusto, dejando algunas para adornar los platos individuales.
En un cazo y con un poco de agua, calentamos la mermelada hasta que se diluya bien y añadimos las almendras laminadas . Con una cuchara vamos echando encima de la tarta.
Se deja en el frigo hasta el día siguiente.
Sacarlo una media hora antes de servir
Se sirve en trozos, decorando con algunas de las frutillas que hemos reservado.